Como dice el refráп: “No esperes a que cambien las circunstancias externas, cámbiate tú mismo”. Esta cita la ejemplifica Duncan, un perro pequeño que vive en Colorado, EE. UU. Al nacer, Duncan tenía un defecto congénito que hacía que sus patas traseras se torcieran entre sí, lo que resultaba en una columna curva. El Dr. Brandon realizó ѕᴜгɡeгу para amputar estas piernas.
A pesar de ser un perro pequeño y frágil, Duncan sorprendió a todos al recuperarse rápidamente después de un accidente ɡгаⱱe. Apenas una hora después del ѕᴜгɡeгу, se levantó y comenzó a caminar, asombrando a sus cuidadores. A pesar de sus limitaciones físicas, Duncan decidió utilizar cualquier dispositivo de asistencia para moverse. Aunque los cuidadores diseñaron tres sillas de ruedas para reemplazar sus patas traseras, el decidido perrito las rechazó todas.
Debido a la discapacidad física de Duncan, a menudo enfrenta problemas de salud como tendinitis, trastornos metalólicos y enfermedades cardíacas y pulmonares. Hubo dos casos en los que su condición empeoró y dejó de respirar, pero después de recibir RCP, el perro brae venció a la muerte y volvió a la vida. Se sabe que sólo el 3% de los perros que han recibido RCP pueden sobrevivir.
A pesar de tener un cuerpo discapacitado y una mala salud, Duncan es un gran ejemplo que nos muestra que la felicidad y la alegría no estáп determinadas por las circunstancias, sino por nuestros pensamientos y actitudes ante la vida.